El 9 de noviembre se celebra el Día de la Inventora. La fecha se ha elegido en recuerdo de Hedy Lamarr. Ella fue conocida por su trabajo como actriz de Hollywood y por su apabullante belleza (aparte de tener una vida personal que bien merece , como poco, una miniserie). Pero, historias cinematográficas aparte, lo cierto es que su pasión por la ciencia y el estudio es lo que ha permitido a día de hoy que contemos con la tecnología necesaria para tener WiFi o no perdernos gracias al GPS (que también inventó otra mujer, la matemática Gladys West). Lamarr y George Antheil, idearon un sistema de salto de frecuencias de ondas de radio para guiar a los torpedos, la “técnica de transmisión en el espectro ensanchado” en el que se basan todas las tecnologías inalámbricas que venimos usando desde hace muchos años hasta la actualidad.
Queremos acercarte los descubrimientos de algunas inventoras que dejaron huella con sus descubrimientos en muy distintos ámbitos. Todos ellos provocaron un cambio en nuestra actividad ya que con sus aportaciones nos hicieron la vida más sencilla. Ellas dejaron su huella en las sociedades de su tiempo y, en muchos casos, sus mejoras siguen presentes a día de hoy. Igual es de justicia que visibilicemos esos logros para que el increíble afán de estas inventoras, que superaron obstáculos como leyes y convencionalismos injustos, no caigan en el olvido. Sin duda ellas no tuvieron el viento a favor.
Las patentes y sus leyes
Patentar algo tiene como fin proteger a los inventores e inventoras para que compartan con la sociedad ese descubrimiento, a fin de que no lo escondan por miedo a que se lo plagien y lo exploten otros. En América contaban con la imposición de las leyes de los gobiernos coloniales y en Estados Unidos las primeras leyes de patentes se introdujeron en 1790.
En España, el primer real privilegio de invención se concedió en 1478 a Pedro Azlor sobre un nuevo método de molienda de grano. Mucho más tarde, en la España del siglo XIX patentar era muy caro, no estaba al alcance de todos, y si eras mujer sumabas bastantes más piedras en el bolsillo. Hay que tener en cuenta que según contemplaba el derecho una mujer no tenía el poder de desempeñar las actividades administrativas o de formación cotidianas que sí estaban permitidas a los hombres. Además, para cualquier trámite debía constar la autorización de padre o marido.
A Beulah Louise Henry (1887-1973) se le atribuyen unos 110 inventos y 49 patentes, fue conocida con el apelativo de “Lady Edison”. Su primera patente (1912) fue para su máquina de hacer helados que incluía una cámara congeladora, le siguieron diversos inventos asociados a accesorios como el bolso o el paraguas, una radio-muñeca con un equipo receptor radiofónico en su interior, juguetes para el agua, una patente por el movimiento de los ojos de los muñecos para que pudieran abrirlos y cerrarlos, etc…
Por cierto que, hablando de patentes, aunque tuvo todo el reconocimiento, Hedy Lamarr no vio un dólar por una patente caducada.
El ingenio y la chispa del entorno próximo
Es más “sencillo” inventar algo que pueda resolver problemas que nos plantea nuestro entorno más cercano. De esta forma damos respuesta a lo que nos rodea de manera más inmediata.
Mary Anderson aportó a los vehículos algo que hoy viene de serie en los mismos y que ha convertido la conducción en una actividad más segura. Mientras viajaba en un tranvía de Nueva York durante un frío invierno, se dio cuenta de que se detuvieron en varias ocasiones para quitar la nieve de las ventanillas. De esta manera y con ayuda de un diseñador Anderson inventó el limpiaparabrisas que se patentó en 1903 y que Henry Ford incorporó a sus coches. No fue la única aportación de inventoras al mundo de la automoción. Florence Lawrence (que también era una conocida actriz) era una apasionada de la industria del automóvil. Ella diseñó el intermitente y también un elemento precursor de las luces de freno ya que cuando el conductor iba a frenar se desplegaba un STOP.
A Josephine Cochrane le debemos mucho tiempo y esfuerzo ahorrado en lavar platos y vasos porque suyo fue el diseño del primer lavavajillas que primero llegó a restaurantes y hoteles y después, a partir de los años 50, a los hogares.
Bette Neshmitt Graham, era secretaria y el no poder corregir los errores mecanográficos en los documentos ocasionaba bastantes complicaciones a ella y a sus colegas de gremio. ¿La solución? Pintar encima del error y poder así sobreescribir sobre el papel la corrección. De esta manera nacía el tipp-ex al que le puso el nombre de Liquid Paper cuando puso en marcha su propia empresa. Cuando vendió su empresa en 1979 tenía entonces 200 empleados y producía 25 millones de frascos al año.
Inventoras españolas
La primera española en obtener una patente sobre tecnología propia fue Fermina Orduña. Su invento era un carruaje especial para la venta al público de leche de burra, vaca o cabra que se ordeñaba de domicilio en domicilio y se mantenía tibia mejorando la conservación del producto. Eli Garci-Lara inventó un lavadero mecánico y en el ámbito sanitario la doctora Concepción Aleixandre Ballester, una de las primeras mujeres españolas médicas inventó dos sistemas de pesarios fabricados en metal que se colocaban en la vagina para corregir el descenso de la matriz.
Nuestras #científicasCASIO: Ángela Ruiz-Robles inventó la enciclopedia mecánica, patentada en 1949, y que fue la precursora del libro electrónico y de la tablet, y Margarita Salas, pionera en biología molecular que desarrolló la patente más rentable hasta ahora en la historia del CSIC.


Celia Sánchez-Ramos, responsable de 448 patentes, es la inventora de la autentificación por reconocimiento de córnea ya que al igual que ocurre con las huellas dactilares, no hay dos personas que tengan la córnea igual.
Hay tantos nombres que la lista de aportaciones de grandes inventoras es enorme y no nos cabe en este artículo: Ada Lovelace y la revolución de la informática, Stephanie Kwolek y el Kevlar, Margaret Crane quien creó la primera prueba de embarazo, María Beasley que inventó el bote salvavidas, Sarah Mather que construyó el periscopio, la doctora Patricia Bath y su sonda Laserphaco para operar las cataratas, Letitia Mumford Geer que diseñó la jeringuilla médica para una mano…
En este repaso faltan muchos nombres y seguiremos insistiendo en poner en valor el talento de las grandes científicas e inventoras para que esta lista de mujeres brillantes sea inabarcable y crezca más y más. ¡Feliz Día de la Inventora!
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