Una de las herramientas fundamentales de los docentes es la voz. Poco se habla de lo mucho que sufren las cuerdas vocales de nuestros maestros y nuestras maestras y ahora con el uso de la mascarilla, más que nunca.
Por eso, desde la División Educativa de CASIO hemos querido resumir una serie de consejos que hemos encontrado publicados en Nociones y pautas básicas para el docente respecto a los trastornos en la voz (Antonio Rodríguez Fuentes y José Luis Gallego Ortega, 2006 para la revista El Profesorado), Consejos de una logopeda para el cuidado de la voz (Iria Saavedra) o Consejos logopédicos en tiempos de COVID: docencia, mascarillas y otras consideraciones (Andreu Sarca i Balat), entre otros artículos.
A continuación, enumeramos una serie de consejos básicos para hablar con mascarilla y cuidar la voz, extraídos de los artículos antes mencionados:
1. El uso de la mascarilla parece no alterar demasiado la audibilidad de la voz del docente, pero sí dificulta la comunicación no verbal. Se recomienda no alzar la voz de forma innecesaria. Tendemos a aumentar la intensidad del habla al tener puesta la mascarilla, pero no es necesario.
2. Entrenar la técnica vocal es básico. Esto permite controlar la voz en clase y, además de evitar episodios de disfonías o afonías, también conlleva el mantener la atención deseada de los estudiantes. Se recomienda no hablar más de 4 horas seguidas y, antes de empezar la primera clase del día, calentar las cuerdas vocales con ejercicios para este cometido.
3. Cuando no estemos dando clase, es importante respirar por la nariz (y no por la boca).
4. La hidratación periódica es importante durante las clases. Para no tener que quitarse la mascarilla, podemos utilizar el dedo meñique de la mano izquierda para levantar la parte de abajo de la mascarilla y beber varios sorbos pequeños, aunque continuados de agua: 2L de agua al día es lo que aconsejan los logopedas.
5. Tendremos en cuenta las horas de uso de la mascarilla y nos la cambiaremos con la frecuencia de las especificaciones de la misma (4 horas en el caso de la quirúrgica, por ejemplo).
6. Evitar el carraspeo y la tos constante. Es mucho mejor tomar algún caramelo de limón o beber sorbos de agua.
7. Es importante no forzar la voz hasta llegar a la fatiga vocal. A veces, una mirada o un silencio dicen tanto o más que un grito.
8. Hacer partícipes a los estudiantes de los peligros de alzar la voz de forma continuada (la disfonía infantil ronda el 50% según estudios al respecto y muchos niños acaban desarrollando nódulos). La voz es una de las herramientas de comunicación más importantes y debemos cuidarlas.
9. Siempre que sea necesario, habrá que usar los sistemas de amplificación adecuados: sistema de microfonía y megafonía de las aulas, si están dotadas de estas herramientas técnicas.
10. Por último, utilizamos más músculos de la cara para sonreír que para fruncir el ceño, así que, aunque sea bajo la mascarilla, sonreíd con los ojos a vuestros alumnos todo lo que podáis.