El sector educativo y el tecnológico, con el paso del tiempo, tienden a estrechar lazos. Según el último informe Horizon (Edición Educación Superior), que evalúa las tendencias en tecnología educativa, los asistentes virtuales y la inteligencia artificial aterrizarán en el aula en los próximos años, cambiando el paradigma de la enseñanza para siempre.
El análisis es elaborado por Educase, una asociación de la que forman parte más de 100.000 profesionales de la educación procedentes de 45 países diferentes, por lo que es considerada la comunidad más grande de esta materia. En el informe participan, además, 95 expertos que aportan su visión sobre lo que está sucediendo en torno a la innovación educativa y las previsiones de cómo va a cambiar el entorno académico.
Uso de dispositivos móviles
El uso de smartphones en las aulas está más cerca de ser una realidad que una tendencia, pues son muchos los docentes que actualmente consideran el teléfono móvil como una herramienta útil en el procedimiento de enseñanza-aprendizaje. Esto no se centra únicamente en el uso de aplicaciones del propio dispositivo, sino que se trata de un recurso con el que acceder a todo tipo de contenidos en cualquier momento y lugar. Además, puede utilizarse como soporte para utilizar otras herramientas muy interesantes como la realidad aumentada o la realidad virtual.
[[{“fid”:”821″,”view_mode”:”default”,”type”:”media”,”link_text”:null,”attributes”:{“class”:”media-element file-default”}}]]Realidad mixta
El híbrido que fusiona el mundo real con elementos virtuales e interactivos llegaría a los centros educativos, de acuerdo con las predicciones establecidas en el informe, dentro de un máximo de tres años. Se trata de un instrumento especialmente útil ya que permitiría al alumnado aproximarse a situaciones reales a través de simulaciones, dotándolas de gran valor didáctico y experiencial. Los hologramas 3D estarán a la orden del día con el uso de esta tecnología.
Inteligencia artificial y asistentes virtuales
Si bien se prevé que estas tecnologías lleguen más a medio que a corto plazo, su inclusión en el sistema educativo tendría un impacto muy positivo en caso de aplicarse correctamente. Con la IA, se podría prescindir de todos aquellos procedimientos mecánicos y repetitivos que se pueden delegar en las máquinas, con el objetivo de que tanto estudiantes como docentes se enfoquen más en las tareas creativas. Por otro lado, los asistentes como Siri, Alexa o Google Assistant, a pesar de que su desarrollo óptimo se augura más bien a largo plazo, ya están presentes en los dispositivos tecnológicos de consumo y son capaces de responder a instrucciones a través de comandos de voz.
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