Luz Rello es experta en procesamiento del lenguaje natural, ha fundado Change Dyslexia y trabaja de forma incansable para mejorar la vida de las personas con dislexia. Rello es también la última investigadora que se ha sumado al proyecto #científcasCASIO y por este motivo quisimos charlar con ella sobre dislexia, inteligencia artificial o inclusión, entre otros temas.
Me gustaría que enmarcáramos bien lo que supone en la práctica tener dislexia, ¿cómo cambia el día a día de un niño o niña que tiene esta dificultad del aprendizaje?
Cuando tienes dislexia y no lo sabes, en casi todas las tareas del colegio que tienen relación con la lectura y la escritura -que son prácticamente todas- vas más lento que el resto pero al no saber que se trata de dislexia piensas que eres menos inteligente que los demás. En la práctica se manifiesta en peores notas, en bajo rendimiento escolar, y una vez que sabes que tienes dislexia la cosa cambia mucho porque ya no lo achacas a baja inteligencia. Lo llaman la dificultad oculta. Eso es la dislexia: es despistado, es vago, poco inteligente… pues no, no es vago ni despistado ni poco inteligente. El día a día cuando tienes dislexia y no lo sabes es muy difícil porque trabajas más que el resto y tú ves que rindes menos que los demás y eso es muy frustrante. Asumes que eres menos que el resto.
Resulta complicado detectarlo porque puede parecer cualquier otra cosa y, sin embargo, llama la atención que sea tan frecuente porque se calcula que 1 o 2 niños por aula podrían tener dislexia.
Esto llama mucho la atención, incluso a mí también como investigadora. Al principio yo decía “no puede ser tanto, estamos hablamos del 10% de la población”. Y sí lo es, son así las estimaciones. En inglés, te vas al SM5, que es el manual que clasifica las diferentes condiciones y enfermedades, y lo que te sale es de un 5 al 15%. En España apuntamos hacia un 10%. Nosotros hicimos con nuestra herramienta que es super sensible una estimación en primaria, con una muestra de unos 40 colegios, y nos salía un 7%.
Vamos a hablar de tu experiencia personal. Tu has dicho que nunca habrías imaginado que ibas a poder matricularte en un doctorado, y que cuando eras pequeña pensabas que nunca ibas a terminar el colegio.
Pues sí. Tú hablas con las personas que tenemos dislexia y estás acostumbrada a que las cosas te salgan mal y a ponerle mucho esfuerzo y que no te salgan. Ya no te digo terminar el colegio, terminar cada curso y no repetir era una odisea. Cuando eres pequeño te cuesta ver el futuro pero terminar el colegio yo no era algo que diera por hecho. En la carrera iba paso a paso también. Durante un periodo muy grande de tu vida no te han salido las cosas. Tú pones mucho ánimo y esfuerzo y no te sale. Luego cuando lo superas sí, pones ánimo y esfuerzo y te sale pero no te acostumbras a que sea así. De hecho, hoy en día, que trabajo en equipo, si hay un error, yo asumo de primeras que es mío y me disculpo. Porque estás acostumbrado. Luego la dislexia te aporta también cosas buenas porque te ayuda a delegar, a confiar en la gente, saber que otras personas pueden hacerlo muy bien. La dislexia te da otras virtudes. Pero la infancia es super dura. Yo creo que es lo peor, sobre todo por la incomprensión. No sabes qué está pasando y ves que estás poniendo toda la concentración del mundo pero no te sale. Te dicen que estás despistado o que tienes pájaros en la cabeza (que a mí me lo decían en primaria) y piensas: “pero si estoy super concentrada y dándolo todo”. Creo que en mi vida he estado más concentrada que en primaria poniendo el foco a tope. Pero claro, te dicen “lee” y empiezas a balbucear y parece que estás despistado.
¿Cuándo empiezan tus investigaciones sobre la dislexia? ¿no fue hasta el doctorado?
Yo empecé a investigar sobre IA, que en aquel entonces era como de ciencia ficción y ahora estoy alucinando con todo lo que está pasando, porque se ha acelerado todo de forma brutal. Mis primeros artículos científicos eran de machine learning, de lo que ahora lo está petando. Mi supervisor se dio cuenta de que tenía dislexia y me propuso que usara lo que estaba haciendo de machine learning y de IA para ayudar a gente como yo. Me pareció buena idea y apliqué procesamiento del lenguaje natural para la dislexia. Desde el 2010 que empecé el doctorado hasta hoy, toda la investigación ha sido cómo usar IA para la dislexia. Al principio fue muy difícil porque había poca investigación sobre esto y ahora hay un montón de cosas. El boom de la IA también ha ayudado porque se está aplicando a un montón de cosas, entre ellas la dislexia.
Vamos a hablar de Dytective. Muchos centros escolares están trabajando con este programa, que entre otros recursos incluye un test de cribado.
La herramienta tiene dos partes. Tiene un test de cribado que te dice si tienes riesgo o no de tener dislexia con un test gamificado de 15 minutos y luego tienen otra parte que creo que es mucho más interesante. Es la parte de mejora de la lectoescritura. Porque al final tú lo que quieres es mejorar. Los profesores saben quién tiene dificultades y quién no y no necesitas un test para eso. Lo que necesitas es algo que te ayude a solucionar el problema y que te quite trabajo. El programa tiene 42.000 ejercicios que se van personalizando en función de tus debilidades pero también de tus fortalezas cognitivas. Esto justifica que sea una herramienta digital porque no se puede hacer de otra manera que no sea con informática. Ninguna persona tenemos el mismo mapa cognitivo. Tenemos diferentes formas de aprender. Los ejercicios se van adaptando y vas mejorando no solo la lectura y la escritura sino también la memoria de trabajo, la atención, la discriminación acústica y visual… son 24 habilidades cognitivas que se van aprendiendo.
Como investigadores ya habíamos evaluado resultados y sabíamos que la herramienta estaba funcionando. Pero lo genial de esto es que hay una evaluación externa de unos investigadores del London Business School of Economics y de la Universidad Rey Juan Carlos que dice que los colegios que usan Dytective mejoran las pruebas externas estandarizadas, mejoran en lengua, en inglés… Y es una muestra con 270 coles super seria, externa y que ha durado cuatro años. Ha salido muchísimo mejor de lo que yo pensaba. Es como la “prueba del algodón” porque cuando te evalúan de forma externa y además con las pruebas de la LOMLOE (no con pruebas diagnósticas de dislexia) es un paso interesante. Se ha hecho en la Comunidad de Madrid y es novedoso además porque evalúa una política pública.
Es para estar muy contenta y orgullosa evidentemente.
Sí, sí. Y esto ha hecho que la Comunidad de Madrid lo pusiera a disposición de los colegios públicos y concertados de la región. Son 1200. Estamos hablando de un impacto social importante ya. Me lo empiezo a creer.
Pero es que toda esta investigación tiene detrás un trabajo muy especial que tiene que ver con reducir el bajo rendimiento escolar, con la mejora de la calidad de la educación y con la inclusión.
Es inclusión real, porque es inclusión dentro del aula. No es coger a los disléxicos y sacarlos del grupo. Cuando uno tiene dislexia no tiene otros problemas y es algo independiente de la inteligencia general. La herramienta es ya de los coles. La última formación se la dieron unos colegios a otros. Nosotros estamos a su disposición y seguimos mejorando lo que nos van diciendo. Desde aquí animo a los colegios para que nos escriban si quieren usar Dytective.
Vamos a dar un pequeño mensaje de acompañamiento para las familias que tienen un niño o niña que tiene dislexia. ¿Qué podemos hacer, cómo podemos ayudar y manejar la situación?
La herramienta está disponible también para las familias y el canal de Change Dyslexia también tiene una psicóloga especializada dedicada a explicarle a las familias cosas importantes y a estar con ellas.
Una cosa importante que sólo pueden hacer las familias es la parte de la autoestima. La dislexia afecta un montón a la autoestima. Desde que hemos empezado a hablar se ha notado que te he contado que te deja minado y eso te afecta a todo. Lo que los padres pueden hacer y no pueden hacer los colegios o terapeutas es querer a tus hijos incondicionalmente y que ellos lo noten. Si un estudiante tiene la autoestima bien, cuando coge Dytective se engancha y puede. Pero si tienes la parte emocional mal, que es lo normal, entonces ahí es más complicado. La parte de la autoestima, la parte de apoyo, la parte de ir a tope, a favor, a las duras y a las maduras, eso es lo más importante que pueden hacer las familias. Luego informarse y solucionarlo.
Si ahora nos están escuchando padres con niños con dislexia que todavía no están en el camino de la solución y que no ven la luz al final, me gustaría decirles que estuvieran tranquilos, que confíen. Hay un montón de disléxicos que han salido adelante y su hijo también saldrá. Sólo hay que trabajar y dar todo el apoyo emocional.
¿Nuevos proyectos a la vista?
Llevamos años colaborando con diferentes instituciones en Cataluña para sacar Dytective en catalán: con la Asociación de Dislexia de Lleida, con la catalana, con la Universidad Politécnica de Catalunya, con el investigador Enrique Romero… Ya tenemos el modelo y lo más inminente será lanzarlo en catalán. También hemos lanzado Dytective en inglés para niños españoles que están aprendiendo inglés. Porque cuando tienes dislexia los errores de tu lengua materna se transfieren y la forma de aprendizaje influye, así que hemos hecho ejercicios adaptados y ya se puede usar. Y más a largo plazo estamos con las miras puestas en los adultos. Pero claro, las cosas de investigación van lentas.
La discalculia es diferente a la dislexia pero, ¿se podría generar algo dirigido a la discalculia?
Sí, de hecho hay varios test de discalculia disponibles. Hay que entender bien los procesos cognitivos que hay detrás de ello, pero sí. Tú piensa que todos los trastornos -y te hablo como informática ahora – que tengan algún tipo de manifestación genera datos y patrones diferentes a otro grupo. Piensa que en el punto en el que estamos de evolución, de cómo se usa la IA y los patrones, se puede modelizar casi todo. Si se puede modelizar que a ti te pongan un anuncio de algo de lo que tú ni siquiera has hablado, pues en el caso de la discalculia o cualquier trastorno del aprendizaje hay solución. Pero hay que poner recursos humanos para llevar la investigación a cabo.
¿Cómo ves el sector de la educación en medio de esta ebullición de la IA?
Ahora mismo estamos viviendo una revolución, un cambio de era, yo estoy esperando a que alguien lo diga en plan oficial, que me digan a mí que esto no es más heavy que la revolución industrial. Yo creo que estamos ante un cambio de era y la educación está como el resto de los sectores, se va a tener que adaptar pero como nos tendremos que adaptar todos.
Lo que sí veo en la educación es que no tenemos que olvidar los básicos. Por ejemplo, la comprensión lectora que es super importante. Igual nos estamos emocionando con otras cosas más sofisticadas pero no hay que olvidar los básicos: el pensamiento crítico, la creatividad… En educación corremos el riesgo de que nos descentremos del foco que es crear personas capaces para aprender otras cosas, que tengan una base crítica y, si pueden ser felices, pues mira, mucho mejor.
¿Cómo ha sido verte como una #científicaCASIO? ¿cómo ha sido a nivel emocional?
Todavía no me lo creo mucho. Cuando me llegó la calculadora pensé “hala, esto va en serio”. Es que no me lo creo. ¡Que está Marie Curie! Es muy fuerte, aquí hay mujeres que yo admiro mucho: Ada Lovelace, Hedy Lamarr… Yo estoy un poco con síndrome de la impostora. Qué fuerte. Gracias. Es que en la investigación hay mucho de picar piedra, por cada artículo que publicas te rechazan un montón, es un trabajo sufrido, emprender en social ni te cuento… y esto es como que no te lo acabas de creer.
Has mencionado a Marie Curie, pero qué bonito y qué importante también es tener referentes reales, de hoy, cercanos.
Sí, con niños que conocí hace años y que hoy están empezando la carrera, me han dicho: “es que me impulsaste un montón”. Yo no me lo creía porque igual sólo hablé con él una hora. Te dicen: “es que me hiciste ver que podía”. Cuando era pequeña igual a mí también me impactaba algo mucho en muy poco tiempo. Yo quise ser investigadora porque vi una foto de Marie Curie en un libro, eso lo ves en 5 minutos. Ojalá esto anime a más niños a pensar: “esto puedo hacerlo y no es sólo cosa de Einstein o de Marie Curie”.
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